La gestión social de los residuos

La gestión social de los residuos

Autor: Juan Felipe Hernández Luis. Técnico Ambiental.

Las últimas décadas han traído consigo un importante desarrollo económico en, prácticamente, todo el planeta y también en Canarias, donde se puede observar que ha crecido mucho el consumo de todo tipo de productos.

En Canarias sólo producimos una pequeña parte de lo que consumimos, por lo que tenemos que traer de fuera muchos productos, en barco o en avión. En todos los casos precisan de envases y embalajes para su transporte.

Una característica del consumo moderno es que nos desprendemos de muchas cosas que todavía son útiles. Muchas veces lo hacemos porque queremos estar a la moda, y cambiamos de coche, de nevera, de calzado y de otras muchas cosas cuando aún funcionan o se pueden seguir utilizando.

Ante este consumismo feroz, nuestro territorio sufren uno de los problemas más graves a nivel ambiental: la generación residuos. Sólo en residuos urbanos, un tinerfeño de 60 kg genera aproximadamente su propio peso en basura cada mes y para transportar todos estos residuos serían necesarios más de 25.000 camiones articulados-góndolas. Actualmente Canarias se sitúa en algo más de 1 millón de toneladas de residuos y la isla de Tenerife en algo más de 600.000 toneladas de residuos urbanos.

Con estas cifras de generación, el problema de los residuos se presenta como una de las prioridades a nivel de gestión ambiental insular.

Es verdad, que desde las administraciones competentes se viene trabajando en la búsqueda de soluciones que pasan necesariamente por la reducción en el consumo, junto otras medidas encaminadas a la reutililización y al reciclado. Pero existen en Tenerife p.e Fundación Ataretaco) al igual que en otras regiones españolas una serie de entidades sociales que aportan, un valor añadido a la recuperación y aprovechamiento de muchos residuos: la generación de empleo. De esta manera se da cumplimiento a dos objetivos de máxima importancia: uno ambiental, la recuperación de residuos  para su posterior tratamiento y valorización y otro social: la formación e inserción socio-laboral de personas en situación de exclusión o en riesgo de padecerla.

Siguiendo esta filosofía, surgen en diferentes partes de España iniciativas promovidas desde colectivos de traperos (Traperos de Maus de Nafarroa, de Murcia, …) o entidades no gubernamentales (Fundación Ataretaco, Engrunes, etc.) o de personas con una alta sensibilidad social y ambiental que intentan desarrollar iniciativas que  gestionen alguna fracción residuos urbanos ( Aceite usado de cocina, papel/cartón, férricos, textiles, eléctricos y electrónicos, etc.) con el propósito de generar empleo para estas personas en situación de exclusión.

Todas estas iniciativas se asocian y crean la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria (A.E.R.E.S:S.)  que agrupan a un total de más 25 asociaciones de distintas partes del territorio español, generando empleo para más de 500 personas, con más de 200 beneficiarios directos y miles de personas atendidas anualmente: bolsas de empleo, programas de inserción sociolaboral, programa de educación ambiental, etc.

En definitiva, las citadas entidades sociales están posibilitando el aprovechamiento de muchas toneladas de materiales que, de otra forma, hubiesen acabado en el vertedero. Además, está contribuyendo a incrementar y mejorar la formación e  inserción socio-laboral de una gran cantidad de personas  (jóvenes sin empleo o en otras situaciones de exclusión social, mujeres con grave problemática social, etc.) a los que se les posibilita ampliar su nivel formativo tanto cultural como profesional, además de propiciarles un puesto de trabajo acorde con las características específicas de cada uno o cada una de ellas.

Biografía

Hernández, F (2006): Los residuos urbanos. Manual didáctico. Asociación tinerfeña de amigos de la naturaleza.

Asociación Española de Recuperadores de Economía Social (2008): www.aeress.org